CONFERENCIA: La Compañía de María contempla su pasado, vive el presente y mira el futuro: 150 años educativamente a tu lado. Arantza Zabaleta odn.
Celebrar 150 años de presencia educativa, es para todos nosotros una invitación a contemplarla desde tres miradas: al pasado en cercanía a su historia, al presente con lucidez y esperanza y un futuro soñado al que queremos contribuir LA COMPAÑÍA DE MARIA, NUESTRA SEÑORA... era ya en el último tercio del S. XIX, -donde situamos los orígenes del Colegio de San Bartolomé,- una Orden religiosa con una larga trayectoria en el campo de educación de la Mujer.
En los inicios del S.XVII, JUANA DE LESTONNAC había salido al paso de dos necesidades fundamentales: la fundación de una nueva Orden religiosa con perfil apostólico y una nueva concepción de vida religiosa, y la atención a la educación de la mujer, campo totalmente olvidado en aquel momento. Estos dos aspectos que marcaron el origen de la Compañía han atravesado
el tiempo y explican y configuran la historia de nuestro Colegio.
Durante la vida de Juana de Lestonnac, entre 1607, año de la fundación de la Compañía de María y 1640, año de su muerte, se realizaron 30 fundaciones de Casas-escuela, en Francia y para todas ellas existieron unos elementos comunes: petición realizada tanto por las autoridades religiosas como civiles, colaboración de personas influyentes y medios para la sostenibilidad económica.
Comenzamos centrándonos en LAS PERSONAS como un factor fundamental en el origen: Doña Jacoba Balzola y don José Lázaro de Egaña, desde San Sebastián. Como les llamó don Ignacio Tellechea, (en su investigación con ocasión de la celebración del Centenario) "losconsideramos los promotores de la Fundación".
Corría el año 1866. Doña Jacoba, mujer de la burguesía donostiarra y con conocimiento del Colegio de la Enseñanza de Bergara, fue la primera en gestionar en el Obispado de Vitoria los trámites de la fundación; era necesario un colegio en San Sebastián, colegio que la ciudad de Bergara lo tenía ya desde el año 1799. Ella que pasaba temporadas en Bergara, conocía el Colegio de La Enseñanza y fue quien animó al Padre Claret, confesor de la Reina Isabel II, a interesarle por
la fundación del Colegio de San Sebastián. La Madre Arrazola en su trabajo sobre la historia del Colegios nos dice de Doña Jacoba: "su incansable actividad e interés hicieron de ella una inmejorable colaboradora de las religiosas"
Don José Lázaro Egaña, abogado donostiarra desde el primer momento colaboró intensamente con doña Jacoba, tanto en el apoyo y ayuda a las personas como en los trámites legales.
En BERGARA merecen una mención especial, por parte de la Comunidad de la Compañía, la Madre Superiora de aquel momento: Madre Escolástica Uranga, con quien Doña Jacoba tuvo conversaciones para tantear la posibilidad que existía para su proyecto.
Al ver la favorable disposición contó con la colaboración de Don José Lázaro y con el Párroco de Bergara, Don José María Bengoa. Al comprobar que la propuesta era bien acogida y tenia posibilidades de realización, estaba ya dado el primer paso.
En Madrid, para lograr las autorizaciones oficiales se cuenta con la personalidad del Padre Claret, confesor de la Reina Isabel, que facilitara con su influencia el proceso fundacional.
Los pasos siguientes estuvieron determinados, por la cuestión económica, ya que la Casa de Bergara no estaba dispuesta a iniciar el proceso sin asegurar su viabilidad. Era imposible que se permitiera salir a las religiosas a fundar, sin más garantías que las que se les ofrecían. Esto motivó la solicitud al Gobierno, con cierto optimismo, de obtener el ex convento de San Telmo, que había pertenecido a los Dominicos, y que en los años anteriores había sido utilizado como Cuartel Militar. Al mismo tiempo se pensó en abrir una suscripción popular. En este momento la enseñanza debía de ser gratuita y para ello era necesario disponer de un capital, que sostuviera a las religiosas y permitiera asumir los gastos que iba a suponer adaptar el cuartel para las religiosas y el colegio. Antes de solicitar autorización hacia falta resolver la cuestión económica...
La
Hermana Jesusa Ameztoy, de la comunidad de Bergara será la "solución" a este problema inicial. Ella deseaba hacer una fundación con los bienes que había heredado, pero no había visto el modo de realizar su deseo. Al hacer su profesión se desprendió de todos sus bienes, y contando con el permiso de sus superiores, se reservó cierto capital por si llegaba el momento de ver realizado su deseo. Ante la propuesta de la Madre Superiora, la hermana Jesusa aceptó gustosa este destino para sus bienes.
Los pasos para la AUTORIZACION, tomaron dos direcciones: hacia las autoridades religiosas:
el Obispo de Vitoria y hacia las civiles: Ayuntamiento de la Ciudad y Gobierno Central. En el Archivo Municipal y en el de la Casaexiste documentación relacionada con los trámites y contactos entre el Obispado y el Ayuntamiento. La cesión de San Telmo no tardó en llegar. Se veían necesarias algunas reformas, debido a su estado "ruinoso". El Obispo da su autorización.
En la correspondencia existente se ve la disposición de las religiosas de empezar con lo absolutamente indispensable para la subsistencia de las 7 monjas y una capilla donde poder celebrar la Eucaristía.
Bastaría también espacio para unas pocas clases para las niñas externas. El alcalde mostró su disposición de mediar ante el Gobierno. Para esta gestión se buscaron distintas personas de influencia en Madrid. En abril de 1866 el Ayuntamiento acude a la Reina Isabel II. El documento
de solicitud expresa: ora se considere el asunto bajo el punto de vista moral y religioso, ora bajo el material y económico, serian incalculables los bienes que el establecimiento del proyectado Colegio traería a esta ciudad, porque si bien una educación esmerada y enteramente gratuita es por sí un beneficio inapreciable para las familias en particular y para la población en general, no solo por la influencia que ejercería en el mejoramiento de las costumbres,... sino también por el gran numero de educandas que atraerían en pos de sí a sus familias y parientes, produciendo un aumento de población y consumo".
En octubre de 1866 llegará un documento oficial en el que se especifican las condiciones para ocupar San Telmo: habría que conseguir otro local para el cuartel (se determinaba que la cesión tendría un carácter provisional) y si por causa de guerra hiciera falta el edificio, volvería a su función anterior.
Esta comunicación provocó una rápida reacción en los promotores y personas interesadas que llegaron a expresar: "las monjas de Bergara desanimadas por los términos de la Real Orden, tratan de abandonar completamente la idea y buscan otra solución"
Ante el peligro de que el proyecto no se realizase, de nuevo Doña Jacoba ofrece a la comunidad de Bergara su casa de campo, localizada en el barrio del Antiguo (Chillardegui).
Va pasando el tiempo y en mayo de 1867 se lee en dos documentos (de la Administración de Edificios Estatales, y de la Brigada de las Provincias) que: se debe desestimar la pretensión de San Telmo y negarse el permiso que se solicita".
La Madre Arrazola, en su trabajo, con la documentación del archivo de la casa, al final de este capitulo afirma: "había que poner los ojos en otro lugar", y don Ignacio Tellechea dice: "nuevos
proyectos: Vista Alegre".
1867 fue un año en el que se han cerrado puertas pero también es un año en el que se han abierto otras. Una circunstancia favorable: el nuevo alcalde de la ciudad se dispone a vender la finca que ha comprado, al mismo precio que ha pagado: Vista alegre. Es una finca con una pequeña casa rodeada de terrenos y situada en el alto de San Bartolomé.
Escuchamos el informe que acompaña a la autorización de la compra-venta: "no hay en todo el radio sitio más hermoso ni que ofrezca mas puntos objetivos para el recreo de la vista y expansión del espíritu. Los antiguos habitantes de la finca gozaron de perfecta salud. El reparo de la proximidad del cementerio de San Martin no les ofrece mayor inconveniente, sobre todo dado
el acuerdo de clausurarlo y trasladarlo". Y continua el informe indicando que el impedir la fundación del Colegio sería "muy sensible perdida a esta población que desea con vivas ansias se funde y establezca desde luego una Comunidad de religiosas que tiene por instituto y único objeto el laudable fin de la educación de la juventud".
La colina de San Bartolomé tenía sus tierras repartidas entre diversos propietarios, que las habían
convertido en solares, zonas de labrantío, pequeñas industrias, etc.... Parte del terreno pertenecía a las antiguas moradoras, las Monjas Agustinas Canónigas, que lo habían puesto en venta; con alguna frecuencia, se encuentra, en la documentación correspondiente, que las tierras de alguno de los dueños lindaban con las tapias del antiguo Monasterio. En este lugar, era donde el alcalde, que poseía algunas tierras había construido su pequeña
casa llamada "VISTA ALEGRE".
Los promotores de la fundación pusieron los ojos en ella. Hablaron con la M. Escolástica de Uranga, Priora del Convento de Bergara y conforme ésta con las condiciones y después de conseguir las autorizaciones necesarias, nombró a D. Antonio María de Murua para que, en su nombre, se ocupara de la adquisición de la casa.
Obtenidos los informes episcopales, municipales y provinciales, y la conformidad de la Reina Isabel II se accede a la tal fundación, dada su utilidad y el cumplimiento de las formalidades requeridas (edificio, capilla, huerta, autonomía de la fundación sin gravamen del Tesoro público).
La Real Licencia de la Reinase despachó el 9 de marzo de 1868. Esta es la fecha que se considera de la fundación efectiva del Nuevo Colegio.
Fueron 7 las religiosas que llegaron de la Casa de Bergara, acompañadas del Párroco, alcalde, y el diputado de Cortes. Fueron recibidas en la estación del Norte y en un clima de apoteosis por las autoridades civiles y militares, el Obispo, los párrocos de la ciudad y las hermanas de la Caridad; la comitiva se dirigió a la Iglesia de Santa María, donde se celebró la Misa solemne y se cantó el Te Deum y a continuación se trasladaron a San Bartolomé, donde tomaron posesión de la casa.
A primeros de abril recibieron el hábito dos nuevas postulantes del grupo fundador, que habían llegado de Bergara y poco después se iniciaron las clases. Tal fue la afluencia de alumnas que no pudieron admitir a todas las que lo solicitaban; esto obligó inmediatamente a pensar en un nuevo
edificio más capaz y adecuado a las necesidades pedagógicas que la casita de Vista alegre.
Instaladas ya, van a continuar las dificultades: dos eventos políticos poco favorables: el estallido de la revolución en 1868, momento de inestabilidad política y la proclamación de la I República en 1873, que decreta la prohibición de admitir novicias y nuevas profesiones en las comunidades religiosas.
Las Religiosas de la Compañía de María, en San Sebastián, vivieron la angustia y los sinsabores que llevan consigo los momentos de inestabilidad política y de guerras. Las Fundadoras llevaban 5 años ocupando la casa de Vista Alegre. Hasta allí iban llegando rumores y temores de lo que podía ocurrir.
En el momento de la tercera guerra Carlista (1873) el gobernador militar envía un oficio a la comunidad obligando a desalojar el convento en 24 horas. Rápidamente abandonan la colina y se
instalan en casa de don Roque de Hériz, frente a la subida al Urgull, que ofrece su casa a las monjas. En ella residirán 8 días hasta que el Obispo conocedor de la situación dispone que las Carmelitas de Urgull acojan a las religiosas de la Compañía. La hospitalidad durara 4 años, donde convivieron fraternalmente. Durante la semana cada comunidad vivía según sus costumbres y sus trabajos y los domingos y fiestas tenían el recreo en común. El número de alumnas de estos años era de 90. Las clases eran gratuitas, según el espíritu y deseo de Juana de Lestonnac, desde el origen de la Compañía.
En mayo de 1877 regresan a Vista Alegre, que la encuentran muy deteriorada y es insuficiente para el número de alumnas existente. Los planes de un nuevo colegio están presentes; pero ya comienzan a surgir otros problemas que van a existir a lo largo de las décadas posteriores:
el Ayuntamiento tiene proyectos de ensanche de la ciudad; proyectos que paralizaran las obras durante 4 años. El deseo de abrir una calle y derribar el muro estaba ya presente... "nada nuevo hay bajo el sol..."
Habían transcurrido 5 años, desde que para volver del Carmelo, se habían hecho las primeras obras. Con fecha 7 de Noviembre de 1882, se recibe una comunicación del Sr. Alcalde, con orden dada por el Gobernador Civil, de expropiar, a las religiosas, los terrenos que fuesen necesarios para construir allí una cárcel. Había que derribar también la parte del edificio construido.
Una de las Cláusulas existentes, trataba sobre lo que el Ayuntamiento daba a cambio del Convento de San Bartolomé y de su solar. La Corporación proponía la entrega del antiguo cementerio de la ciudad que estaba ubicado en lo que durante años ha sido el Hogar del Transeúnte Municipal (en la colina).
La Comunidad no aceptó estas propuestas y rehusó toda negociación con el Ayuntamiento; sin embargo éste no cejaba en su empeño...
Van pasando los años y se necesitaba ampliar la casa porque aumentaban las solicitudes de las aspirantes a la vida religiosa, aumentaba la comunidad religiosa y eran también cada vez más numerosas las niñas y jóvenes que deseaban ser colegialas.
El año 1887, es el que se caracterizó por inauguraciones y traslados: se colocaron las lápidas de mármol que decoran la fachada de la Iglesia, llegaron de Madrid la reja dorada del presbiterio y sus lámparas; se colocarán el retablo de la Sallete y el de la Dolorosa; las campanas se colocarán en agosto.
La bendición e inauguración de la Iglesia tendrá lugar el día de San Bartolomé. La ceremonia, dicen las actas "resulto espléndida" Pero las dimensiones de la Iglesia piden un nuevo retablo que tardará en llegar. Una vez mas la ayuda de personas generosas hizo posible que durante años la Iglesia estuvo presidida por un buen retablo; corría el año de 1892. Con los años la Iglesia fue completando su iconografía, tanto en el exterior como en el interior; para quienes lo recordamos: La Inmaculada, San José, Santa Juana. Y en interior: San Ignacio, san Francisco Javier, San Benito, San Pedro Claver.
Desde 1898, regía la Comunidad la M. Sagrario Gaytán de Ayala. Mujer muy inteligente y de espíritu emprendedor que dio gran impulso a las nuevas obras del Colegio, viéndolas terminadas para 1900. La construcción total del edificio permitió, por fin, una completa separación entre las religiosas y las niñas. Las Colegialas al oeste, la Comunidad, al este, separadas por la Iglesia (según lo había expresado Santa Juana, en "la fórmula de los edificios")
Los tres pensionados eran independientes entre sí, teniendo cada una su escalera respectiva. El primer piso se repartían entre las alumnas de la media-pensión y las externas; el internado ocupaba todo el segundo piso; las clases se orientaban hacia el sur.
La trayectoria educativa continúa... recordamos los hitos de sudesarrollo
La Escuela gratuita se abrió en Abril de 1868
El Internado en Octubre de 1877
La Media-Pensión en Junio de1888
Las Externas-pensionistas en octubre de 1900
A los20 años de la fundación el Proyecto de fundación era ya una realidad, había llegado a tener expansión, vitalidad y reconocimiento.
DelArchivo de la Comunidad destacamos alguna "noticia":
Se recibían niñas de 6 a 13 años. Un ómnibus las recogía en sus casas y las devolvía por la tarde. Sus profesoras se mostraban satisfechas por los progresos que observaban tanto en
la vida de piedad, como en los estudios.
Como anécdota recogemos que el Colegio acostumbraba hacer todos los años una exposición de labores para que las pudieran ver los padres y amigos de las alumnas y de la Comunidad. La de 1888 llamó la atención por la calidad y gusto de nuevos trabajos, sobre todo en dibujo y pintura. Dato que confirma la calidad de la educación que se impartía.
Para atender a este alumnado, a principios del S. XX la Comunidad contaba con 49 religiosas y 8
novicias. Siguiendo el espíritu de las Constituciones de la Compañía: "trataban de dar a las niñas, sobre todo, una piedad sólida, enseñándoles la práctica seria de la Religión y se esforzaban, también, a que se acostumbrasen a hábitos de trabajo constante, convencidas de que las más favorecidas por la fortuna encontrarían en ello, un medio seguro de emplear útilmente el tiempo y las más necesitadas podrían ganarse honradamente la vida y ayudar a su familia.
En 1919 la comunidad realiza la fundación de la casa de Ciudad Real, que por diversas causas desapareció. Algunas de las religiosas de esta comunidad posibilitaron la fundación de la Casa de Irúnen 1923.
Tras diversos intentos, que no habían prosperado en 1919 se fundó la asociación de Antiguas Alumnas. Asistió a la ceremonia el Nuncio que alabó la Asociación para la que deseó mucho éxito
en sus actuaciones.
La Asociación de Antiguas Alumnas se proponía, según su Reglamento:
1º Ayudar a las niñas que asistían a la escuela gratuita.
2º Socorrer a las misiones entre infieles; Se tomó el acuerdo de adoptar, como suyo propio, un Catecumenado de mujeres en China. Se fijaron, en primer lugar, en la comunidad de Tushan. Más adelante, ayudaban al grupo de "Madres Cristianas", Mujeres necesitadas; se atendían unas 300. Colaboraban, en la escuela dominical y en las clases nocturnas organizadas por el Colegio. Mantenían un ropero y una biblioteca. Hacían todos los años los Ejercicios Espirituales.
Va avanzando el S. XX
La implantación de nuevos niveles educativos, según las exigencias legales, los bachilleratos, en
especial por su aportación en aquel momento el bachillerato laboral y las formaciones profesionales de administración o turismo.
Un nuevo campo de Apostolado, ante una nueva necesidad, la escuela de magisterio en 1948. El Ministerio de Educación exigía que toda persona que se dedicaba a la enseñanza tuviese el título de MAGISTERIO para poder impartir clases en Primaria . La Compañía asume la dirección de La Escuela de Magisterio de la Iglesia; será el punto de unión y de estudios de las religiosas de la
Diócesis y de fuera de ella y un centro de irradiación cultural religiosa, pedagógica y humana.
Y desde esta Escuela del Magisterio surgirá el Instituto de Ciencias Religiosas Pío XII. Inició sus clases en octubre de 1956. Su objetivo era la preparación del alumnado adulto en materias
religiosas. Con los años se amplio sucampo hacia lo catequético y sanitario: con un número significativo de alumnos, tanto religioso como seglar.
Una respuesta diferente, a la realidad cultural de la ciudad, es la creación de la Escuela de Turismo en
el año 1965.
En el año 1974 se inicia una nueva experiencia: una residencia para jóvenes, en un primer momento destinada para trabajadoras que pasará posteriormente a ser residencia
universitaria. Origen de la actual en el nuevo edificio.
Respondiendo a nuevos retos:
Si San Bartolomé tuvo su origen en el deseo de responder a una necesidad existente en la ciudad, hoy después de 150 años podemos decir lo mismo en relación a su continuidad; tanto por parte de la Compañía de María, como por los profesores seglares que se han incorporado al Proyecto, como por las familias que han confiado sus hijos al colegio.
Desde la década de los 60 la presencia y colaboración de educadores seglares en la Comunidad Educativa fue constante. Laicos comprometidos con la tarea educativa, que algunos de ellos ya han visto concluida su dedicación con la jubilación.
A finales de la década de los 70 los nuevos planteamiento educativos, desde los aportes de la psicología y la pedagogía llevaron a la comunidad educativa a plantearse y optar por la coeducación. Algunos de los presentes habéis vivido esta experiencia enriquecedora, que ha permito a mujeres y varones crecer y madurar conjuntamente.
Los 80 plantean con nueva fuerza el reto del bilingüismo; el aprendizaje del euskera por parte del profesorado fue un desafío y una nueva respuesta que ha permitido en estas ultimas décadas un avance progresivo y de calidad de la enseñanza y aprendizaje de nuestra lengua con el sistema bilingüe.
La atención a la diversidad, para responder a alumnos con dificultades de aprendizaje, o problemas psíquicos ha estado presente en estos años: las aulas de apoyo, el aula de aprendizaje de tareas, la acogida a alumnos inmigrantes, la integración de alumnos de Gautena ha posibilitado convivir con lo diferente y ha facilitado el desarrollo de nuevas capacidades.
La solidaridad, uno de los principios fundamentales del Proyecto Educativo ha tenido su cauce de
realización, gracias a la FISC, la ONG de la Compañía que impulsa formación y proyectos educativo-sanitarios en distintos lugares del mundo.
SUMMA ALDAPETA es el Proyecto Educativo que ha deseado recoger lo mejor de las tradiciones educativas de Marianistas, Hijas de María Inmaculada (Villa Belén) y Compañía de María. Un proyecto que esta tejido de trabajo compartido, de mirada al presente para seguir educando desde una concepción cristiana de la persona, de la vida y del mundo como lo ha hecho durante estos 150 años. SUMMA ALDAPETA nos une y nos identifica.
Además otras claves están configurando también nuestro presente. La identidad Compañía
de María es una identidad educativa, cristiana, de comunión, que hoy quiere hacer realidad en la Ciudad de San Sebastián una proyección que va más allá de lo educativo-escolar.
Un presente que mira hacia el futuro y desea generar vida. Queremos seguir dando respuesta
educativa y evangelizadora desde lo que somos como Compañía, a través de diferentes plataformas y presencias comunitarias.
En este momento el Núcleo apostólico de Donostia está configurado por tres comunidades ( la Residencia universitaria, la Comunidad de Bidebieta y la de Intxaurrondo) las tres unen sus fuerzas para potenciar la Misión común en Donostia, que se concreta en diferentes tareas apostólicas: en el mundo de los jóvenes: en la Residencia Universitaria; con los niños en Summa Aldapeta, con preadolescentes y adolescentes necesitados de apoyo en Summa y en el colegio de Irún, en el Proyecto Hazi eta Ikasi, en proyectos de intervención social: Loiolaetxea y Laguntza, Aterpe, en colaboraciones en la Fisc, Cónfer, en tareas pastorales-parroquiales.
En el Proyecto apostólico del Núcleo se recogen las líneas de referencia para unir nuestras fuerzas para una Misión común, de religiosas y laicos, y responder hoy a nuevas necesidades con estas claves:
Ø Articulación de las diferentes plataformas y comunidades
Ø La referencia al mundo de los empobrecidos
Ø Impulsar conjuntamente la evangelización de los jóvenes y la pastoral vocacional
Ø El trabajo con otras Instituciones y grupos abriendo horizontes más allá de la Compañía de María
Las personas, los objetivos y también los espacios quieren configurar hoy nuestra presencia educativa. Hemos llamado OnDoaN - "a tu lado" a un nuevo espacio. Quiere significar un lugar que
posibilita la acogida, la búsqueda y la realización de un modo diferente de presencia educativa. Un "a tu lado" de encuentro, de trabajo en común, de compromiso personal y comunitario. Un espacio
de cercanía, de dimensiones educativas y evangelizadoras.
Y para terminar nos acercamos a un texto de Cicerón, que puede resultar referencial para vivir nuestro momento celebrativo de estos 150 años:
"La historia es testigo de los tiempos luz de la verdad vida de la memoria y maestra de la vida"
Que seamos maestros yacompañantes de la vida... de toda vida que necesita ser acompañada, sostenida por una mano tendida. Que al igual que Juana de Lestonnac en su experiencia espiritual comprendamos que somos nosotras, nosotros quienes tendemos la mano en nuestro hoy.
Y queriendo unir el titulo de la charla con lo que celebramos en la Eucaristia del martes: que vivamos nuestro futuro con agradecimiento por el pasado, haciendo memoria de tanto bien
recibido y siendo testigos de los valores del Evangelio que han sido una referencia y quieren seguir siendolo en el futuro que ya es mañana.
Arantza Zabaleta, odn,
San Sebastián-Donostia 17 mayo 2018