En la relación que mantenemos con el mundo y con nuestros semejantes pisamos un terreno que fluctúa entre las grandes pasiones y las más insignificantes emociones. Experimentar con la vida implica ir conociendo constantemente cosas nuevas y aprender dentro de un campo de acción ilimitado. Pero entiendo que para conseguir este objetivo, en ocasiones debemos sustituir lo lejano y etéreo por lo cercano y concreto. O sea, que estoy defendiendo que para mirar hacia adelante en nuestra particular historia de vida debemos ver antes lo que tenemos delante.

Relativo a lo antedicho debo añadir que hace unos días, y en relación a la entrega de premios del Primer Certamen Literario sobre migración y acogida organizada por la Red Mambré Sarea, recibí una invitación que conllevaba el poder conocer la idiosincrasia de OnDoaN Topagunea así como los relatos y a las personas ganadoras de este Certamen. Era sabedor que se trata de una Asociación que ofrece actividades solidarias y de atención a la población más desfavorecida, fundamentalmente dirigidas a la intervención comunitaria y a la inclusión social de jóvenes y de mujeres con el objetivo de favorecer el desarrollo integral de estas personas. Debido además a que en su página WEB invitan a conocer igualmente su historia y la labor que realizan, estimé que entre los objetivos de esos días que dejamos fluir, pueden estar el de acudir expectantes a su sede para conocer de primera mano la labor que realiza esta Asociación donostiarra.

Es constatable que en la mayoría de las ciudades europeas, y no solo en las que vivimos cada uno de nosotros, se tiene una tendencia a dejar solos a los que consideramos ajenos. La mayoría no hacemos nada para descubrir sus ojos ni para palpar sus manos. Las personas y las entidades solidarias las queremos escondidas, porque cada vez que las visibilizamos nos muestran el espejo de nuestras contradicciones, que se ejemplifican en nuestra condición de personas solidarias sin capacidad de compromiso, o lo que es lo mismo, embadurnadas de una abundante hipocresía moral. Ver el pequeño vídeo en el que toman la palabra hombres y mujeres, jóvenes en su mayoría, que están siendo ayudados desde esta Red, atraviesa y conmociona. Porque se trata de personas que buscan otros presentes y otros futuros que desearían que fueran mejores que los que han vivido con anterioridad. Y según lo que observé me pregunto a continuación... ¿Qué se les proporciona desde OnDoaN Topagunea? Yo creo que se trata de una Asociación de restauración. Sí, reconozco que es difícil definir una labor tan compleja con una sola palabra, pero enfatizo al asegurar que aquí restauran las ganas de vivir de los que han hecho de la lucha por la vida un objetivo perenne.

Escuché con interés todo lo relativo a los cuentos tanto en euskera como en castellano que formaron parte del Certamen Literario relativo a la migración y a la acogida. Espero y deseo que tenga continuación en años posteriores y que los trabajos recibidos formen una interesante colección de relatos imaginativos en torno al tema que nos ocupa. Personas a las que quiero forman parte de esta Asociación y de esta Red; a partir de ahora también las admiro. La fuerza del cariño es imparable si tiene como objetivo el poder ayudar a los que nos acompañan en nuestro diario devenir.

Vicente Arrizabalaga Loizaga

Premiados en el I Certamen Literario RMS