Crónica - Círculo del Silencio

Un jueves más, en esta ocasión de la mano de Loiolaetxea, formamos nuestro Círculo de Silencio, círculo que permite entrar y salir, abrirse y acoger. Para esto nos reunimos, para recordar e invitar al que va, al que pasa, al que se detiene y mira, que la acogida es posible.

Nos decían que la hospitalidad es un acto de generosidad y calor, que brinda amor en medio de la adversidad. Abrir las puertas y el corazón con bondad es mostrar al prójimo cariño y fraternidad.

Algo de esto es lo que nos gustaría para nuestra sociedad que, mirado en grande, nos parece tarea imposible. Pero me pregunto si cada una de las personas que estamos entrando y saliendo de ese círculo lo llevamos a nuestros pequeños entornos, si algo de esto no se puede hacer realidad.

La circularidad es lo que nos hace sentir que las personas somos iguales, que todas podemos dar y recibir, que hay espacio para todas y que cuanto más diverso es el círculo puede completar mejor la foto de sociedad que queremos construir.

Gracias por creer en estos pequeños gestos que incansablemente se sostienen entre todos. 

Arantza Odriozola