Crónica - Encuentros de Oración
SANAR LA MIRADA. Hoy es 23 de noviembre y nos hemos dispuesto a iniciar un encuentro más para el grupo, lo primero que he notado son unas hermosas velas que flotaban en el agua, en el centro de la reunión. Es otoño, y aunque allá afuera hace mucho frío, aquí nos espera un espacio cálido y acogedor que no solo da calor a nuestros cuerpos, sino también a nuestros corazones.
Hoy nos hemos puesto en círculo, permaneciendo en silencio con nuestros ojos cerrados, para pedir a Jesús que nos ayude a tener la mirada que deseamos. Hoy intentamos "Sanar la mirada" de una manera humilde y consciente.
Es increíble de cuántas maneras podemos ver el mundo, y es igual de interesante la nueva mirada con la cual queremos ver lo que se nos presenta: miradas tiernas, humanas, miradas que no juzguen, miradas reflexivas, miradas solidarias.
Hoy también hemos escuchado una canción "Danos, Señor, tu mirada", la cual nos ayuda a entender la mirada compasiva y empática que Jesús siempre tuvo para todas las personas, pero en especial con aquellas que vivieron inequidades e injusticias. Porque Jesús siempre mantuvo su mirada, su paso constante y su gesto creador, al lado de todas aquellas personas que no eran vistas por nadie más.
Para cerrar este espacio, nos han pedido de manera voluntaria nombrar alguna persona cuya mirada deseamos que sane; esto nos ayuda a darnos cuenta que también convivimos con personas a quienes genuinamente les deseamos una nueva mirada hacia el mundo.
Finalmente, hemos reflexionado en conjunto sobre la importancia de sanar y transformar nuestras miradas, especialmente en estos tiempos de desigualdad social. Es urgente mantener nuestros ojos abiertos, mantenernos indignados ante el sufrimiento y las injusticias de los inocentes, y hacer que, de ahí, brote una nueva fuente de conocimiento y comprensión para con los otros y nosotros mismos.
María José González