Crónica - I Encuentro Familias de Acogida - Red Mambré Sarea

19.06.2021

Desde la Red Mambré Sarea se nos hizo llegar, a los que de una u otra manera la conformamos, la propuesta/invitación para juntarnos el 19 de junio en la ikastola que la Compañía de María tiene en Bergara.

Las previsiones meteorológicas no alentaban al optimismo, pero, como si el que traíamos en lo más profundo de nosotros hubiera contagiado al tiempo, los oscuros presagios se pusieron patas arriba, y el sol y un ambiente inmejorable aceptaron también la invitación, para, afortunadamente, quedarse con nosotros el día entero.

Aunque a nuestro alrededor ya había algunos movimientos/entidades sumergidas en la experiencia de familias de acogida, para dar estructura a la situación que viven entre nosotros las personas migrantes y refugiadas, así como calor humano, cariño, y para contribuir a su inserción en nuestra sociedad, hace poco se han unido en la Red Mambre Sarea. Y, para dar eco a los citados objetivos y dar a conocer la Red, una de las misiones del día era hacer un vídeo, para su posterior difusión. La otra: hacer el primer encuentro general de los miembros de la Red, para conocernos, compartir experiencias, fortalecer el sentimiento de pertenencia al mismo...

Habíamos quedado a las 10 de la mañana, y así, las más madrugadoras un poco antes, otros algo más tarde, todos los que habíamos confirmado la asistencia nos fuimos encontrando y saludando en el patio de la ikastola. Unos, venidos del Centro Lasa, de Tudela; otros, de la Fundación Ellacuría, desde Bilbao y Durango; también desde Pamplona, los del Centro Loyola; así como los venidos desde Donostia, de Loiola Etxea y de OnDoaN Topagunea. Algunos ya se conocían; a la mayoría, sin embargo, allí se nos presentó un ramillete de caras nuevas, personalidades, modos de pensar, filosofías de vida, experiencias... nuevos, que nos enriquecieron enormemente.

Valiéndonos de la dinámica del champiñón, en primer lugar fuimos aprendiendo los nombres, no sin meteduras de pata hilarantes ni carcajadas sonoras. Más tarde, repartidos en dos grupos, fuimos profundizando en nuestras experiencias y sentimientos, y compartiéndolos con los demás. Y, así, en un ambiente muy agradable favorecido por la curiosidad, el respeto y, a ratos, también por la admiración, tuvimos la oportunidad de ir conociendo modelos de acogida completamente diferentes. Simultáneamente, se fueron analizando, desde el punto de vista de los últimos en llegar a estas familias, los puntos fuertes de esta experiencia, así como los aspectos susceptibles de mejora. Por último, en un gran círculo formado por todos, se puso en común lo recogido en los dos grupos anteriormente, y compartimos la reflexión posterior.

Mientras sucedía todo eso, se fue realizando la grabación del mencionado vídeo. Para ello, algunos de los presentes fuimos desgranando las vivencias, sueños, preocupaciones, reflexiones... en torno a nuestra experiencia de acogida.

Tras el trabajo realizado (y también tras los partidillos de fútbol que tuvieron lugar en los momentos de transición entre actividades) nos crujían las tripas. Y, así, bajo la sombra del gran nogal (bueno, algunos no tuvieron ocasión de disfrutar de ella, o prefirieron aprovechar para ponerse moren@s, quién sabe), los 25 allí reunidos pudimos disfrutar de una deliciosa comida y de una agradable tertulia.

Como coincidió que era el cumpleaños de Pauli, le cantamos el "zorionak", ella apagó las velas, y todos nos chupamos los dedos (literalmente) con la tarta. ¡Qué joven está! ¡Todavía sigue siendo la que mejor entona! Un final inmejorable para un plan inmejorable.

Y, poco a poco, fuimos recogiéndonos cada quién a su nido, con una sonrisa en el pico y otra en el corazón, más ricos de lo que habíamos llegado.

Tuvimos presentes a los que no pudieron ir; y nos despedimos con la esperanza de que en el próximo encuentro seremos más, porque serán más los que se podrán acercar de entre aquellos que ya son miembros de la Red y, cómo no, porque confiamos en que habrá nuevas incorporaciones.

Mientras, si se van convirtiendo en realidad algunas de las propuestas que se pusieron encima de la mesa (una excursión trimestral, por poner un ejemplo), podremos vernos antes del próximo encuentro.

No podría terminar la crónica sin dar las gracias de todo corazón a la comunidad de monjas de la Compañía de María de Bergara que nos abrieron las puertas de su casa de par en par.

Y, por supuesto, imposible terminar sin animaros a todos a que os acerquéis a la Red Mambré Sarea. Puesto que no es simplemente una red resistente que es capaz de soportar el peso de todos, sino una red que vamos (e iremos) tejiendo entre todos; donde todos tenemos cabida, puesto que, gracias a los tejidos con que cada uno de nosotros vamos ampliando y enriqueciendo la red, algunas personas migrantes y refugiadas que no tienen un sostén tan firme también lo pueden llegar a tener. Los hay que llaman a esto "caridad"; están equivocados, porque, aunque puede tener que ver con ser sensible, con la responsabilidad social..., estamos hablando de una experiencia absolutamente enriquecedora que va a incrementar enormemente nuestra "calidad" de vida. A aquellos que sólo van a vivir una vez, se lo debemos. Los que sólo vamos a vivir una vez, no podemos permitirnos el lujo de privarnos de vivir una experiencia así.

Un fuerte abrazo a tod@s.

Xabi Ariznabarreta



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