Crónica - Proyecto "Ireki Leihoa" (sesión 1)

19.11.2021

Hoy es viernes, toca madrugar, pero levantarme de la cama no me cuesta porque sé que va a ser un gran día. El sol se asoma tímidamente por la ventana del cuarto y estoy contenta porque hoy vuelvo a Donosti. Pero, sobre todo, lo estoy porque por fin voy a poder ver a la familia de Ondoan después de varias semanas sin verlos. Tengo ganas de descubrir cómo será la nueva actividad llevada por Oihana que se llama "Ireki Lehioa" y disfrutarla con todos ellos. A mí el nombre de esta actividad me sugiere varias cosas: abrirse y desprenderse de los miedos que tiene cada uno, dejar la vergüenza de lado y expresar libremente las emociones y sentimientos de cada instante... Pero ¡eh! cada uno tiene su punto de vista, y eso es lo bonito también.

La hora de comienzo se va a acercando y poco a poco va llegando la gente. Oihana decide dejar unos minutos de cortesía para que podamos empezar todos juntos desde el principio la actividad. Al final, nos reunimos unas once personas, según Oihana un bonito número, y llenos de entusiasmo y motivación comenzamos esta intrigante actividad.

La sesión empieza con un calentamiento y unos estiramientos recomendados por Oihana, nos avisa que es para esquivar las agujetas del día siguiente... Arantza y Pauli se miran con desconcierto... ¿agujetas? ¿a dónde nos hemos metido?

Poco a poco nos vamos adentrando en la dinámica. Oihana nos explica un poco de teoría interesante para poder llevar a cabo la actividad lo mejor posible: primer plano, segundo y tercero... (solo los que hemos estado allí nos entendemos 😉). Y una vez explicada, nos ponemos cómodos, cogemos espacio y ¡acción!

Lo pasamos bien, nos quitamos las vergüenzas, nos reímos, disfrutamos y nos olvidamos por un momento de nuestras preocupaciones. Oihana ha conseguido que todos nos sintamos cómodos, a gusto y, lo mejor de todo, nos ha enseñado lo bonito que es expresarse a través de la danza.

Estoy deseando que llegue el próximo día para seguir acercándome a este arte tan maravilloso como es la danza. 

Gabriela Garaizabal