Crónica - Ratos Rutas Retos

26.02.2023

Aunque anunciaban mal tiempo, el día ha amanecido seco. Hace frío, eso sí, pero las ganas que tenemos y el ambiente que, una vez más, se va a crear entre nosotros, nos harán entrar en calor.

Hemos llegado puntuales a Miramón. En primer lugar, hemos visitado el Museo de la Ciencia de San Sebastián. En el Planetarium, sentados (casi tumbados) en cómodas butacas, nos han contado aventuras de estrellas y planetas. Además de ser un lujo (la emisión ha sido solo para nosotros), ha resultado tan interesante como agradable, y hemos salido con ganas de más; habrá que volver en otra ocasión a completar lo que hemos aprendido hoy.

A continuación, con la ayuda de una trabajadora del museo, hemos realizado una visita guiada al mismo. Nos hemos encontrado con muchas cosas curiosas. Hemos visto y tocado cuerpos humanos y animales reales (que estuvieron vivos en su día); hemos podido participar en pequeños experimentos relacionados con la física, que nos ayuda a entender muchas de las cosas que nos suceden a diario; hemos visto, en vivo, animales procedentes de lugares remotos del planeta; hemos jugado con pequeñas descargas eléctricas; nos hemos dado alguna morrada en el laberinto hecho de espejos… y, entreteniéndonos con otro montón de cosas, hemos aprendido mucho.

Inmediatamente después, y para hacer frente a los rugidos que ya emitían nuestras tripas, nos hemos acercado al recinto acristalado provisto de mesas que hay junto al museo a compartir los alimentos que hemos traído de casa. Bocatas, paellas, frutas, galletas… han dado color a dichas mesas y alegría a nuestros estómagos. Algunos de entre nosotros, ha salido raudos con el balón al espacio anexo para, entre rondos y chutes, ir entrando en calor. Los demás hemos continuado un rato más en agradable tertulia, pero, conscientes de que el frío estaba apoderándose de nuestros huesos a marchas forzadas, hemos decidido ponernos ya en marcha hacia el segundo hito de la jornada: el Aquarium.

En el Aquarium, estaban esperándonos pacientemente peces venidos (más bien, traídos) de los trópicos y de mares mucho más fíos; unos, de vivos colores; otros, de colores más apagados que les permiten camuflarse de los depredadores. También hemos podido disfrutar de la exposición de maquetas de barcos de diferentes épocas y funciones, así como de un sinfín de armas y herramientas relacionadas con la pesca y la vida del mar. Pero, especialmente los más jóvenes, estaban deseando ver a los tiburones, así que hemos avanzado raudos hacia la gran pecera. Más de una ha exprimido a fondo las baterías de su teléfono en un reportaje fotográfico infinito en el túnel marino. Por último, nos hemos reunido en el salón de actos, lugar en el que hemos inmortalizado la visita con la clásica foto de grupo. Hablando de grupo: ¡hoy hemos compartido el día 30 personas procedentes de 9 países diferentes! ¡Menuda riqueza!... y !menuda suerte la nuestra!

En la despedida, no hemos podido (ni querido) evitar lucir las sonrisas que delataban la huella que nos ha dejado este día luminoso. Para terminar: abrazos, besos, palabras de agradecimiento y preguntas y respuestas relacionadas con la siguiente quedada de Rutas. La siguiente, además, que será el 19 de marzo, será especialmente importante, puesto que nos uniremos a la marcha contra el racismo y la xenofobia que tiene lugar en estas fechas cada año. Ojalá nos podamos unir al menos tantos como hoy a la enorme marea que unirá a pie Trintxerpe con el Boulevard; desgraciadamente, no faltan razones para ello.

Ha sido un placer… una vez más. Un abrazo,

Xabi Ariznabarreta