Crónica - Ratos Rutas Retos
La mañana del 27 de febrero, después de mucho tiempo sin hacer caminatas, hemos emprendido la ruta al Buruntza. Nos encontramos en la parada de Renfe en Andoain, tod@s muy content@s para la expedición, pero en el último momento una compañera de ruta nos ha comunicado que no ha podido llegar a tiempo al tren, lo cual ha hecho que nuestro guía nos acompañará un tramo del camino para poder ir después al rescate de la compañera. No diremos el nombre de la hoy rubia compañera (porque ha cumplido perfectamente con el requerimiento de venir disfrazados), pero lo que sí diremos, es que su penitencia ha sido ascender la montaña a ritmo ligero (jejeje).
Hemos hecho una parada en la ermita de San Roque, junto al refugio con vistas al valle del Oria para esperar a los compañeros que venían por detrás. Dos de los nuestros han hecho una fogata para calentarse, y una de ellas ha aprovechado para calentar su sándwich allí. Los demás han aprovechado para jugar al escondite y a otros juegos.
Cuando por fin han llegado los rezagados hemos seguido nuestra ruta llegando a la cima de Buruntza. Desde allí se divisa Hernani, Lasarte, Zubieta, Usurbil y San Sebastián; hermosas vistas y clima muy ameno. Hemos hecho fotos y nos hemos reído. Xabi ha comentado con algunos de nosotros de dónde viene la costumbre de poner buzones en las cimas de las montañas, y de dónde la de coronarlas con cruces, tema este último más que oportuno dada la circunstancia del reciente derribo de la cruz de la cima de hoy, cruz que yace destrozada junto a la cumbre.
Hemos regresado por otros caminos, pasando por la cima gemela, y hemos encontrado cabras y ovejas.
Al terminar nuestro camino en la estación, nos hemos despedido con una sonrisa y a la espera de otra nueva aventura.
Dima Osorio