Crónica - Taller de Constelaciones Familiares

13.04.2024

Hoy he acudido de visita a OnDoaN TOPAGUNEA de la mano de mi amiga María Eugenia. Cuando ella me planteó acompañarla en las constelaciones familiares, debo confesar que no tenía ni idea de lo que me proponía. Busqué información y encontré tanto detractores como defensores. Decidí que quería tener mi propia opinión.

Después de mi experiencia, estoy convencida que, como todo, hay que saber qué vas a hacer, dónde y con quién.

He compartido la experiencia con 14 mujeres y contamos con Arantza Odriozola como facilitadora, a quien agradezco su respeto, su tacto, su profesionalidad.

Como dice un proverbio: "Si vas al río, busca al mejor guía"

Para mí, participar en las constelaciones ha sido un ejercicio compartido de generosidad emocional. Una reafirmación de que, cuando somos capaces de vernos y ver nuestros miedos, éstos dejan de tener el poder que les otorgamos.

No se ofrecen soluciones mágicas, no se juzga, no se aconseja, sencillamente te ves, observas y ves y sientes seguramente aquello que no nos permitimos ver ni sentir, todo ello en un entorno seguro.

¿Qué son las constelaciones? Tan difícil de definir que provoca todo un mundo de opiniones en torno a ello.

Desde mi experiencia, las constelaciones son la vitalidad y la vulnerabilidad de cada uno al servicio de todos y de todos al servicio de uno. Son autoconocimiento y humanidad para abrir el zoom de aquello que sentimos para dejar Fluir la vida sin resistencia.

Todo pasa por alguna cosa y no debemos tener miedo a sentir, ya que a veces nuestros miedos y debilidades son nuestras fortalezas por conocer y, sobre todo, por compartir.

Gracias por esta experiencia tan sanadora del alma. Gracias, OnDoaN Topagunea, por la acogida, a Arantza por facilitar y a todas esas mujeres fuertes, por compartir.

QUE LA VIDA FLUYA!

Mayte Rivero