Crónica 25/N

25.11.2023

Un año más, las mujeres del grupo de encuentro Palmera de Débora de OnDoaN Topagunea, han acudido a la manifestación Contra la Violencia de género que ha tenido lugar en Donostia este 25 de noviembre y, en esta ocasión, me he unido a ellas y a cientos de mujeres en el Boulevard donostiarra para protestar contra la violencia machista y poder recoger en estas líneas lo compartido.

Un día más, las luchadoras se han juntado vestidas de morado y de fuerza, para dar voz a aquellas que ya no están aquí. Comentaban que es triste ver que en pleno siglo XXI se tenga que salir a protestar y a gritar con fuerza que "estamos hartas de sufrir la desigualdad y la violencia". Añadían que "hoy debería ser un día de alegría y fiesta para celebrar que la igualdad y el respeto entre hombres y mujeres está presente en todos los ámbitos de la vida".

Tras la manifestación, las mujeres de Palmera se han reunido en OnDoaN (y yo con ellas) para contar cómo se habían sentido en la protesta y qué es lo que han echado en falta.

Algunas de ellas han comentado que era la primera vez que participaban por esta causa en una manifestación. Otras han dicho que ya lo habían hecho en sus países y otras que sólo habían visto este movimiento en la televisión; dado que en sus países de origen hay muchísima más violencia contra las mujeres que aquí en España, las manifestaciones son violentas y peligrosas y tienen miedo de salir a las calles.

Tras preguntarles qué cambiarían de la concentración han hecho una propuesta; poner fotos de las víctimas en las pancartas para, de esta forma, recordarlas y hacerlas presente en la lucha.

También han planteado que sería buena idea que los grupos de mujeres pudieran participar y expresarse en el encuentro; que algunas pudieran leer un poema, otras cantar, etc…

Para finalizar el momento compartido han leído un poema de James Oppenheim "Pan y rosas".

En cuanto a mí, es la primera vez que participo en este tipo de encuentros y la verdad es que me he sentido afortunada de poder participar y expresarme. El momento compartido con las chicas ha sido inolvidable. Aunque todas seamos muy diferentes y tengamos opiniones contrarias, hemos sabido escuchar y entender a cada compañera.

Me ha gustado estar presente ya que, de cada historia compartida, me llevo una pequeña reflexión: "En el fondo todas somos iguales. Con sueños, miedos, tristeza, felicidad…" ¡Gracias chicas!

Yevheniia Kulias